Los procedimientos de injerto para aumentar la cantidad de tejido óseo se realizan comúnmente en los casos de pacientes que necesitan implantes dentales, más del 50% de los procedimientos quirúrgicos de implantes requieren algún tipo de injerto, ya sea antes o en el momento de la colocación del implante. Los injertos de hueso no sólo están indicados en los casos que no se tenga la cantidad suficiente de tejido oseo para realizar la instalación de implantes, ya que como mencionamos anteriormente la instalación quirúrgica de los implantes depende del plan de tratamiento restaurador o protésico, es por esta razón que muchas veces los especialistas también podrían realizar algún aumento de hueso de manera predecible para mejorar el soporte óseo de los implantes dentales.
El injerto óseo se puede realizar antes, durante o después de la colocación
del implante. Sin embargo, estos procedimientos de aumento conllevan un mayor costo y trauma, así como también riesgo de complicaciones como infección, pérdida de volumen y falla.
Existen muchos materiales de injerto disponibles comercialmente y será pertinente que el especialista pueda utilizar marcas certificadas.
Los factores de riesgo y contraindicaciones de esta cirugía son similares para la cirugía de implantes y procedimientos de injerto óseo y los hemos mencionado anteriormente en el blog de introducción a los implantes dentales.
Sin embargo, la curación y maduración del injerto óseo son significativamente más complejas debido a los desafíos asociados con la biología de la cicatrización de los tejidos duros y blandos, la complejidad de las técnicas quirúrgicas, la remodelación y la vascularización entre el hueso donante y el huésped y la variedad de materiales de injerto disponibles.
En la actualidad, se utilizan diversos materiales de injerto.
Estos incluyen autoinjertos (tejido de la misma persona), aloinjertos (de un individuo de la misma especie), xenoinjertos (tejido de otra especie distinta) y materiales aloplásticos (sintéticos). La selección del material es responsabilidad exclusiva del especialista.
El hueso se produce mediante osteoconducción, osteoinducción y osteogénesis. Los diversos materiales donantes pueden contener uno o más de los métodos biológicos y a menudo se combinan para proporcionar los 3 métodos de formación ósea. La osteoconducción ocurre cuando el material del injerto sirve como andamiaje para que se forme nuevo hueso, y es más eficaz cuando existen defectos con paredes óseas y vascularidad adecuada. La mayoría de los materiales de injerto de partículas disponibles en el mercado son osteoconductores. La osteoinducción es el método mediante el cual se estimulan las células madre mesenquimales indiferenciadas para que se diferencien en osteoblastos, los principales factores que estimulan la osteoinducción son las proteínas morfogenéticas óseas. La osteogénesis ocurre cuando se trasplantan células óseas de otra zona al sitio receptor en el mismo paciente. Sólo el hueso autógeno posee propiedades osteogénicas y en realidad, también es osteoinductivo y osteoconductor. Los diversos materiales de injerto pueden contener uno o más de los métodos biológicos y a menudo se combinan para proporcionar los 3 métodos biológicos de formación de hueso.
Los procedimientos de aumento óseo hoy en día son más predecibles y muy exitosos
debido a las mejoras con nuevos biomateriales, el uso de factores de crecimiento autólogos y una mejor comprensión de los aspectos técnicos de la cirugía. El uso de injertos autógenos nos proporciona buenos resultados; sin embargo, el uso de materiales de donante alogénicos y aloplásticos para eliminar las complicaciones asociadas con la extracción de hueso autógeno puede ser una estrategia apropiada para evitar la morbilidad del paciente, es por este motivo que cada vez se utilizan menos los autoinjertos.
Si esta cirugía se realiza antes de colocar los implantes para mejorar las condiciones óseas tendríamos que que contar con un tiempo de espera mínimo de 4 meses para realizar la instalación los implantes, para tal efecto su especialista evaluará clínica y radiográficamente la nueva formación ósea antes de instalar los implantes.
Este procedimiento quirúrgico al igual que los implantes se realiza bajo anestesia local y el objetivo es colocar el injerto oseo en el defecto y sobre este una membrana para evitar la proliferación del tejido blando en esa zona y mantener dicho espacio ya que el tejido blando tiene un crecimiento mucho más rápido que el el hueso. Al colocar el material de injerto en la zona afectada estaremos buscando una nueva formación ósea.